El Valle de Lechada

Fecha: 8 de Diciembre de 2012

Tenía muchas ganas de volver a una de las zonas que más me gustan del mundo mundial ;) : las leonesas "Tierras de la Reina" en el extremo noreste leonés. En esta ocasión hicimos una reserva en el Albergue de Portilla de la Reina, pueblecito con una situación estratégica ya que puedes acceder muy facilmente a la vertiente norte de la montaña palentina, a estupendos miradores de la cordillera Cantábrica como el Coriscao, Peña Gabanceda, Gildar, etc... o al Valle de Valdeón, con buena parte de la vertiente sur de Picos de Europa a tiro de piedra.
En este caso realizamos un recorrido "apto para todos los públicos" pero que con las nevadas recientes resultó espectacular.
Ya en las inmediaciones de Portilla de la Reina, nos encontramos con esta estampa:






Iniciamos la ruta a escasos 200 metros del pueblo. Todo el recorrido por el valle de Lechada está señalizado como PR y forma parte de una ruta circular que atravesando el Boquerón de Bobias al final del valle, nos llevaría a continuación por el paralelo Valle del Naranco hasta Llánaves de la Reina.
Hacía "frejquete" a estas horas...




El acceso al valle es encajonado y muy bonito





Pronto se abre el valle, el paquetón de nieve que ha caido en los últimos días es considerable.
Desde bien pronto la mole de los Picos Cuartas y Lomas destaca al fondo


Enseguida nos empieza a sobrar ropa, hace un día espectacular


La compañía del río de Lechada se agradece por el sonido, y alguna pequeña cascada como esta:


Vemos un pequeño chozo en buen estado, buen sitio para comer a la vuelta




Seguimos avanzando entre huellas de pisadas, raquetas y esquis, alucinando con el paisaje. De hecho, creo que las fotos explican mejor que yo el día que pasamos recorriendo este precioso valle:




















A unos 7km del inicio, vemos ya el Boquerón de Bobias, por el que podríamos pasar al Valle del Naranco


Como el Valle del Naranco ya lo conocíamos, y nos tocaría buscarnos la vida para volver a Portilla de la Reina desde Llánaves, volvimos sobre nuestros pasos, sin perder ocasión de afotarnos con el cordal de la Palentina de fondo


Aprovechamos para comer algo en el chozo que habíamos visto a la subida, con unas vistas de lujo



Y vuelta a Portilla de la Reina con una borrachera de paisajes nevados increible. No me he molestado mucho en comentar la ruta porque creo que las imágenes explican mejor la recompensa obtenida con muy poco esfuerzo y sin complicación alguna.
Sin duda uno de esos días que se disfruta simplemente con abrir los ojos y mirar alrededor.

Saludines!!!