100km Madrid-Segovia 2012

III Madrid-Segovia 2012

 Mi primer ultra!!!!




Por fin el día “D”!!!!!

La tarde anterior todo había quedado meticulosamente preparado. Los nervios me hicieron despertarme antes de lo previsto, pero me encontraba fantástico y con unas ganas enormes.

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Ducha, ropa de combate, el mismo desayuno de todos los días (dos tostadas y café con leche) y un plátano de propina. A las 6:15 había quedado con dos compañeros para ir juntos a Madrid, ellos juegan en otra liga y no les podría seguir ni en moto, pero al menos ir acompañado hasta la salida se agradece.

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En Plaza Castilla hacemos los últimos preparativos, ya hay ganas de salir.
(0h:00)A las 8:30h la marea de locos se pone en marcha junto a las Torres Kio, muchas ilusiones y motivaciones diferentes para un mismo objetivo: el acueducto de Segovia!!


Corro suave junto a mis compas de Aranjuez un par de kilómetros, entre bromas, risas y ánimos (Falta mucho? Jajaaja), pero pronto les deseo suerte y me acomodo al que debe ser mi ritmo. Camino en cuanto la cosa pica hacia arriba, y aprovecho para trotar suave en todas las zonas favorables y llanas. Vamos dejando atrás Madrid y tengo el ánimo por las nubes :D

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Una foto de la organización:
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Hasta el control de Tres Cantos (15,8km, 2h08') se me hace corto, se nota que las fuerzas están intactas. Como media naranja y bebo un vaso de coca cola. Relleno agua y salgo sin parar mucho, mi idea era intentar avanzar un poco más en las primeras horas, para reservar cuando pegase el sol.


De Tres Cantos a Colmenar Viejo disfruto mucho no, muchísimo. La mayor parte del camino me gusta, y corro más de lo que pensaba porque buena parte es terreno muy favorable.

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Llego a Colmenar Viejo en poco menos de 4h (26,8km, 3h49') muy contento con como van las cosas. En el control paro a darme crema en los pies y descanso unos minutos a la sombra comiendo otra media naranja y un par de vasos de aquarius. Relleno los bidones y salgo, ya a un ritmo mucho más tranquilo camino de Manzanares.

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De momento me encuentro muy agusto, y se que ahora tocan unas cuantas horas de tomármelo con calma para no pagar el desgaste por el sol, así que me pongo música y salvo una cuesta abajo al salir de Colmenar, camino todo el rato a un ritmo cómodo pero sin dormirme.

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Voy procurando beber cada poco rato, y también comí una barrita de muesli. En el control intermedio antes de Manzanares pusieron galletas que me vinieron de maravilla junto con el avituallamiento líquido. Todo el tramo de Colmenar a Manzanares es bonito, aunque el camino tiene zonas de piedra pero como voy andando lo disfruto. Tengo grabado el momento en el que casi de repente aparece Manzanares “ahí abajo” enmarcado por la Pedri, uno de los momentos que te dan más subidón sin duda.  En esa última bajada aprovecho para correr suave.

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En el avituallamiento de Manzanares (41,9km, 6h37') nos dan un pequeño bocadillo de jamón serrano que me sabe a gloria. Aprovecho para darme crema nuevamente en los pies, y decido seguir sin parar mucho, hacía calor y prefería ir caminando que pararme y que me costase arrancar de nuevo. En este tramo siguiente hasta Mataelpino, tengo pocos recuerdos, el camino era ancho y no me gustaba mucho así que fui escuchando música y procurando beber con frecuencia, también me tomé un primer gel de sales de isostar para compensar la sudoración, que me sentó muy bien.

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 Si el tramo hasta Mataelpino me pareció tedioso, la llegada al pueblo fue todo lo contrario, porque ver el arco de mitad de camino fue una alegría enorme. Además el avituallamiento de Mataelpino (49,4km, 8h15') fue muy bueno, con fruta, membrillo, chocolate, sándwich de jamón y queso, etc…

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Paré unos minutos a la sombra, comiendo tranquilamente y volviendo a revisar los pies, de momento todo parecía en orden, y hacer otro tanto no me parecía nada descabellado. Salí de Mataelpino muy repuesto con el avituallamiento y con la moral nuevamente alta. Mantuve un ritmo (caminando) muy bueno durante los primeros 3-4 kilómetros, pero luego la subida a La Barranca se me hizo algo larga.

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También creo que descuidé un poco la hidratación, porque llegué con mucha agua al avituallamiento y además se dio la circunstancia de que creo que fue la única parte del recorrido en la que fui solo, sin ver a nadie en unos 200m por delante o por detrás. La verdad es que se me hizo largo, creo que las ganas de llegar a Cercedilla me jugaron una mala pasada en este tramo. Paré un poco a la sombra en el control (57,9km, 9h55') y aproveché para tomar otro gel de sales.


Al salir del control de la Barranca vi un grupo que marchaba unos 300m por delante de mí, y decidí apretar un poco para unirme a ellos. Fue un acierto, ya que con la conversación se me pasó un poco el bajón mental, es genial la generosidad de todos a la hora de animarnos unos a otros, me vino muy bien unirme a ellos.


Entramos en Cercedilla a eso de las siete y media pasadas, estoy muy contento, lo tenía como el punto de inflexión de la carrera, y además estaban allí Tania junto a Mannie y Emilio para animarme, MIL GRACIAS!!! (64,4km, 11h15')Estuve charlando con ellos mientras me cambiaba de ropa. Curiosamente la famosa paella no me entraba, después de tanto pensar en ella!!! A duras penas comí 4 o 5 cucharadas de arroz, pero si comí plátano, sandía y bebí coca cola.

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Me preguntaron qué tal iba y les dije que bien, que había sufrido mentalmente en la zona de la Barranca pero que ya estaba más animado, físicamente sin problemas, salvo que no había meado desde Manzanares, pero con lo que había sudado tampoco era extraño. También tenía una pequeña ampolla en el pie derecho, que tendría su importancia más adelante, pero yo aún no lo sabía…. Me cambié de ropa, lo cual me hizo sentirme más cómodo. Me puse las mallas piratas y una camiseta limpia, y decidí que no necesitaba más que el cortaviento y un buff para pasar el Puerto de la Fuenfría, eran las ocho más o menos y la temperatura era buena. Me hubiera gustado quedarme más rato con ellos, pero sabía que no debía parar demasiado porque además la cabeza rápidamente te intenta “engañar” para que te vayas a tomar una cañita y unos pinchos jejeje


Les dí las gracias por ir a animarme, puse la luz trasera, y salí más animado hacia la Fuenfría, el frontal aún no hacía falta en ese momento. Nada más salir coincidí con un grupo de gente muy maja, que llevaban además un ritmo muy bueno y me uní a ellos. Al pasar las últimas casas de Cercedilla, ya subiendo junto a la carretera, saqué el frontal porque ya el sol se escondía. Fuimos subiendo muy bien, a ritmo constante y charlando. La ampolla me empezaba a molestar, pero sin más. Ibamos atentos a los coches, por lo que este tramo se hizo corto, ya que además salíamos frescos del avituallamiento de Cercedilla. Casi sin darnos cuenta llegamos al final de la carretera asfaltada, donde me pongo el cortavientos y dejo el buff a mano. Pocos metros después hay un avituallamiento líquido donde bebo isotónico, pero no necesito rellenar los bidones, calculo que llevo suficiente y no quiero cargar peso subiendo.


Continuamos con buen ritmo, empieza a molestarme más la ampolla, al llegar al mirador de Vicente Aleixandre (13h45') decido parar a curármela, se ha hecho más grande y no quiero que se reviente y se me infecte, así que me la pincho con una aguja para drenar el líquido y me pongo un Compeed…. Después de esto tomé una decisión que me iba a costar el abandono….

Al pinchar la ampolla evidentemente me empezó a escocer, al contactar la piel con la carne, sabía que en unos minutos con el compeed se me pasaría y simplemente me quedaría la molestia lógica… pero recordé que llevaba un Nolotil y pensé “qué leches, me lo tomo y así no me molesta nada y sigo tranquilo”. Sin saberlo había echado por tierra meses de preparación.


Reanudé la marcha y tomé un gel de hidratos con cafeína para compensar el esfuerzo de la subida. A los pocos minutos el Compeed y el Nolotil comenzaron a hacer su trabajo y la ampolla no me molestaba, apreté un poco para reunirme con el grupo que iba subiendo, a los que les había dicho que tirasen cuando me cure la ampolla. Continuamos por la eterna carretera de la República, que no es dura pero se hace interminable porque además de noche pierdes la referencia del puerto. Nos cruzamos con varias vacas, y en algunos puntos también aprovechaba para mirar al cielo, estaba muy agusto después de las horas de calor y por fin en la montaña!! Alcanzamos el mirador de la Reina y Cercedilla parece un adorno iluminando el fondo del valle. Disfrutamos unos instantes de la bonita vista. La temperatura ha bajado, pero voy muy cómodo en marcha con la camiseta de manga corta y el cortaviento, la noche es estupenda para caminar. Ya tenemos el Alto de la Fuenfría al alcance de la mano, nos vamos animando, y comentando que ya sólo queda tener cabeza en la bajada y después apenas 10km para Segovia, nos repetimos unos a otros que “con calma ahora que casi lo tenemos, si se tarda una hora más como si son dos”.


Se ven ya las luces del control… algo va mal… me empieza un hormigueo en las manos que se intensifica rápidamente… y rompo a sudar de manera exagerada…

¿Qué coño está pasando? ¿Por qué sudo si no hemos aumentado el ritmo, es más, lo hemos bajado al pasar por el mirador? Me mareo. Me doy cuenta de que me estoy quedando atrás del grupo, salvo un compañero que se ha dado cuenta de que algo me pasa. “¿Oscar estás bien?, estás blanco tío”. Me tuve que apoyar en él para no caerme.

Enseguida avisó a los demás y entre dos de ellos me ayudaron a recorrer los apenas cien metros que quedaban hasta el control de la Fuenfría (79,3km, 14h52'). Me sentaron en una silla, yo estaba completamente mareado y con hiperventilación, me di cuenta perfectamente de lo que me pasaba: “es una bajada de tensión” les dije, y al oir que llamaban a la asistencia sanitaria les tranquilicé diciendo que sí la necesitaba, pero que no era urgente.


Con el paso de los minutos se me pasó la hiperventilación y el sudor, pero seguía con hormigueo en las manos y mareado. Fui bebiendo algo de agua y coca cola mientras llegaba la enfermera. Al poco rato llegó la enfermera en un quad, me miró la tensión (9-5, suelo tener 12-6 más o menos), y a continuación la glucosa pensando que sería la causa, pero la tenía bien. Me preguntó qué había comido y bebido desde Cercedilla, y cuando le dije que había tomado un Nolotil me miró y me dijo algo así como: “pero hombre, tú no sabes que uno de los efectos más claros del Nolotil es que baja la tensión? Con el esfuerzo que estáis haciendo, después del calor de por la tarde, a nada que tuvieras una ligera deshidratación el Nolotil te ha tumbado” La cara de gilipollas que se me quedó debió ser de foto. Pues no, no sabía que el Nolotil bajaba la tensión, nunca te acostarás sin saber una cosa más. El cuerpo ya no estaba para seguir, y la mente tampoco, se acabó la fiesta tras 15 horas y 80km, no hay más.


Tuve que llamar a Tania que ya estaba en Segovia (lo dábamos por hecho) para que volviera a Cercedilla, donde me bajo la Guardia Civil y luego la ambulancia. Me fui para casa con la recomendación de beber y descansar y nada más, y efectivamente por la mañana me desperté recuperado del bajón, y para colmo sin agujetas ni sobrecargas ni nada parecido, además de con dos kilos menos, toma dieta jajaja!!!. La ampolla también estaba mejor. Ni en sueños habría pensado yo que horas después de hacer 80km iba a estar tan bien físicamente, había tirado por tierra meses de buen entrenamiento por una “chorrada”.



Han pasado ya 48 horas, y ya voy quedándome con la parte positiva, que puedo hacerlo y que me ha gustado mucho la experiencia, además de que no me encuentro ni mucho menos lo machacado que yo pensaba que estaría tras 80km, señal de que regulé bien y entrené bien.

Por el contrario, nada que me pueda decir nadie me quitará la decepción de no haber cumplido mi objetivo cuando ya casi lo veía hecho, así que sin duda repetiré…. Sin pastillitas de ningún tipo jajaja



Me quedo con una experiencia muy bonita y enriquecedora, y con muchos meses también de entrenamientos que me han permitido conocer además a gente estupenda. Me quedo con Mannie y Emilio que me fueron a ver en Cercedilla, me quedo con Verto que me dio consejos y ánimos desde la distancia, y sobre todo con Tania, que me ha apoyado en todo y al 100%… como siempre. Me alegro muchísimo de haber tomado la decisión en su día de apuntarme a esta locura, sólo por todo lo que he aprendido y disfrutado preparándola y participando hasta donde pude ha merecido la pena, pese al final agridulce.

El año que viene Quiero llegar ahí!!!

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